Es el corazón de Algodonales, allí se concentran las entidades bancarias, las religiosas, las civiles y los bares más conocidos de la villa. Lo que podemos llamar plaza se halla sobre un pequeño podio para nivelar el terreno y dispone de elementos que podemos catalogar de barroco tardío o neobarroco. Parece ser que aquí no llegó la moda del regionalismo andaluz, que transformó tantas plazas en Andalucía y se limitan a farolas de hierro con alicatados inferiores de motivos geométricos, adorno muy abundante por todas partes en el pueblo y que tiene una lejana relación con un asentamiento celta aún no documentado arqueológicamente. Además una serie de bancos de cemento con respaldo de rejería y una serie de naranjos, de la especie amarga de la cual el 95% se hallan en Andalucía.
Es evidente que, en tiempos, esta avenida era la carretera por la que se cruzaba Algodonales, pero la creación de la ronda de circunvalación ha transformado un lugar ruidoso y peligroso en un agradable rincón para pasear y disfrutar del buen condumio.
Por un lado de la plaza se hallan el Ayuntamiento, el Mercado de Abastos y la parroquia, por ambas partes salen senderos, uno a la pedanía de La Muela, otro a un yacimiento arqueológico y otros a distintas fuentes y ermitas. En resumen, el corazón de la villa desde el que se llega a todas partes.