HORARIO: De lunes a domingo de 11:00–14:00 a 16:00–18:00
ENTRADA:(entrada 2,50€) incluye (catedral, sacristía, torre y claustro)
La Iglesia Parroquial Matriz de Santa María La Mayor La Coronada se encuentra en la plaza del mismo nombre, justo al lado de las ruinas del Castillo y de las Caballerizas del Duque, en Medina Sidonia, a escasos metros del Complejo Arqueológico Cerro del Castillo, del Convento de Jesús, María y José, del Arco de Belén y de las Caballerizas del Duque.
Esta iglesia es Monumento Histórico – Artístico desde el 3 de Junio de 1931 y título de Iglesia Mayor y Matriz de Santa María la Coronada por Real Cédula de Carlos III de 6 de Marzo de 1788.
La Iglesia Parroquial Matriz de Santa María La Mayor La Coronada se construye al final del S. XV y principios del S. XVI sobre los restos de la mezquita o posiblemente construcción mudéjar. Finalizada antes de 1533 en que se encargo el retablo.
Podemos situarla pues, en una época de transición del estilo Gótico-Flamígero, con pilares de baquetones y bóvedas de nervadura, de las que las situadas en lugares preeminentes, tienen una rica ornamentación de lacerías o estrellas.
Se acaba con elementos renacentistas como son la portada orientada al Norte y la propia torre, y plateresco como son la obra de cantería del coro, la portada interior de acceso desde el claustro y los remates altos de los costados del presbiterio, así como la pequeña portada de poniente.
Se atribuye al maestro mayor de obras Alonso Rodríguez. Intervienen también los maestros mayores del obispado de Cádiz: Ginés Martínez Aranda y Francisco Rodríguez Cumplido.
La iglesia mide 41,5 m. de largo por 21 m. de ancho ocupando una superficie de 871,2 m2. En su interior se conservan magníficas obras de arte como : el Retablo Mayor, cuadros e imágenes de incalculable valor y de los más afamados artistas, como Martínez Montañés, Pedro Roldán (el padre de La Roldana) y pintores de la talla de Rivera, Pedro de Orrente, lienzos atribuidos a Alberto Durero. También se guardan admirables cálices, candelabros, crucifijos de marfil, ternos litúrgicos, una magnífica Custodia, la cruz procesional y un grandioso expositor de plata.