Esta celebración, como la mayoría de las fiestas, tiene su origen en la religión cristiana.
Tiene lugar el 2 de Febrero, día en el que se rememora el pasaje bíblico en el cual María se purifica tras el parto.
Para celebrarlo, el día de la Candelaria los estepeños y estepeñas se reúnen alrededor de una candela en la cual asan la comida, normalmente carne.
Al día siguiente, tiene lugar la celebración de la festividad de San Blas, y lo normal es ver a los niños con las roscas y hornazos de pan con la cinta dedicada al santo. Ese día, la tradición es acudir a la iglesia con las roscas y hornazos en una cesta para que sean bendecidas.
Tanto las roscas como los hornazos están hechos de pan, aunque entre ambas piezas hay dos diferencias: la forma y el huevo al horno que va «abrazado» por la forma del hornazo como se puede ver en la foto.
La Octava se celebra el tercer domingo de mayo en el barrio de los Remedios de Estepa y toma su nombre de los ocho días de actos litúrgicos que se celebran en honor a la virgen. A lo largo de la calle Roya se ponen los puestecitos de turrones, casetas, tómbolas, etc, y en la explanada donde comienza el Paseo de Roya nos encontramos con las atracciones para los más pequeños.
La Virgen recorre las calles de Estepa el domingo, terminando su salida con los cohetes. El día siguiente es el “Lunes de Subía”, y es el momento más emotivo. En este momento sólo las mujeres, que se van intercambiando, llevan a la Virgen varias veces desde delante del altar hasta la plaza de la iglesia de los Remedios.
Una vez han terminado, la imagen es situada en una pequeña plataforma y se desliza, poco a poco, hasta completar la subida al camarín a través de una rampa, entre los vítores de los estepeños.
La Romería de Estepa está dedicada a San José Obrero, y va desde la ermita de Santa Ana hasta el Manantial de Roya. Allí hay un pequeño oratorio donde la imagen descansa durante todo el día hasta el regreso al final de la tarde.
Tras el Santo, tirado por bueyes, son varias las carrozas las van animando el camino mientras sus integrantes cantan. Además, hay tres premios para las mejores carrozas de la Romería.
Los vecinos de Estepa reparten lo que se conoce como masa frita: rosquitos, tirabuzones, pestiños y flores, así como aguardiente. Los romeros se distribuyen por el Manantial de Roya y el Mirador de los Tajillos para celebrar la Romería, uniéndose para compartir comidas y bebidas. Entre los más jóvenes es normal quedarse a dormir la noche anterior para coger un buen sitio en Roya.
Dedicada a la Virgen de la Asunción, patrona de Estepa, la feria se viene celebrando desde el año 2013 en el mes de septiembre, tras 40 años habiéndose celebrado en agosto.
Según cuenta la leyenda, fue la virgen la que salvó a la villa de Estepa del terremoto de Lisboa el 1 de Noviembre de 1755, por lo que se le agradece con la Novena del Terremoto, celebrada en esa fecha cada año.
A la imagen se le atribuyen más milagros en los que salvó a varios devotos de una muerte segura.
Siguiendo con la celebración de la Feria, ésta se desarrolla en el recinto ferial, donde hay casetas en las que se sirve bebida y comida.
En la Caseta Municipal se celebra el Polvorón Flamenco y hay varias actuaciones de humoristas y grupos musicales.