El pueblo de San Fernando se encuentra enclavado en el mismo corazón de la Bahía de Cádiz, en Andalucía. Cuenta con una superficie de casi 30 km2 de extensión y está comunicada con Cádiz por una lengua de tierra de unos 8 kilómetros y al resto de la Península por el puente Zuazo.
El municipio de San Fernando limita al nordeste con la ciudad de Puerto Real, al este y al sudeste con Chiclana de la Frontera y al oeste con Cádiz. Por el norte y nordeste la ciudad se asoma a la Bahía de Cádiz, y por el sur y sudoeste al Océano Atlántico.
En cuanto a la historia de esta localidad gaditana podemos decir que se confunde con la mitología, los hallazgos arqueológicos en su suelo hablan de asentamientos púnicos, fenicios, romanos, árabes… no sólo como solar de recreo de los hacendados de esos pueblos, sino como industria alfarera según atestiguan numerosos hornos recientemente hallados. Sin embargo se considera como primer asentamiento urbano el que se crea en torno a un Carenero, el del Logar de la Puente, uno de los primitivos nombres de la ciudad, y un Castillo, el de San Romualdo, un ribat árabe de época medieval, recientemente adquirido por el Ayuntamiento y cuyas ruinas se encuentran en vías de restauración.
La llegada de los Borbones al trono español y el paso de la Isla a la Corona, unidas al crecimiento comercial de Cádiz, origina unos incipientes enclaves militares en el territorio que con el tiempo dan lugar al primer Departamento Marítimo de España y que fue ubicado en San Fernando por su estratégica y bien protegida localización a través de la intrincada red de caños, esteros y canales.
En 1766 se nombra su primer Ayuntamiento, tomando La Isla el nombre de Villa de la Real Isla de León. Un acontecimiento de vital importancia para el resto del país tuvo lugar en esta ciudad, ya que es el único territorio de la España libre en la que no puso el pie el francés invasor. Por esta circunstancia las Cortes Generales y Extraordinarias estuvieron aquí reunidas desde el 24 de septiembre de 1810 hasta el 20 de febrero de 1811, fecha en la que se trasladaron a Cádiz. En reconocimiento a su valiente comportamiento durante la invasión napoleónica, el Rey Fernando VII le concede el título de Ciudad y la concesión de un nuevo nombre: San Fernando.
El Hostal París es un establecimiento de dos estrellas situado en pleno dentro dela ciudad de San Fernando, en la provincia de Cádiz. Dispone de 17 habitaciones con suelo de madera y decoración elegante en la que el cliente se sentirá muy cómodo. Todas tienen aire acondicionado y conexión a internet por wifi. Este pequeño hotel está adaptado para alojar a personas con movilidad reducida y tiene conexión wifi también en las zonas comunes. Su recepción está abierta las 24 horas del día y desde allí nos guardarán el equipaje antes o después de alojarnos, si lo deseamos.
La ubicación de este hotel, que no admite mascotas, es perfecta para embriagarse con el ambiente de la ciudad de San Fernando. La calle principal está a cinco minutos andando, y en ella el turista podrá encontrar gran variedad de tiendas y restaurantes en los que disfrutar de la gastronomía típica de Andalucía. La playa está a unos siete kilómetros del hotel, que dispone de un pequeño parquin para clientes, de manera que es fácil desplazarse tanto en coche como a pie desde este establecimiento.
aparte tiene aparcamiento justo enfrente que es parte del hostal. este se encuentra en:
C. Pintor José Martínez Pepiño, 5, 11100 San Fernando, Cádiz
Plazoleta de las Vacas.
Monumento a Camarón de la Isla.
Callejón Croquer.
Plaza del Rey.
Casa de Antonio Mota. Antonio Mota, La Isla, 1966. Conservador Restaurador de obras de Arte; Escultor; Académico Numerari , es conocido por hacer la escultura de Camarón que hay aquí mismo en San Fernando,
Excmo. Ayuntamiento de San Fernando.
Parqué Almirante Laulhé.
Parqué Astronómico del barrero.
Panteón de Marinos Ilustres
Castillo de Sancti Petri. HORARIO: viernes a domingo de 11:00 a 30:00
Dónde comer en San Fernando espectacularmente bien y justo al lado de la playa.
Sitio único y de los que hay que visitar. Desde sus salones de madera se ve una vista preciosa del interior de la Bahía de Cádiz. Colores llamativos en las paredes, cuadros, ambiente desenfadado y pescado, mucho pescado en las mesas, acompañado de algún aliño. En temporada tienen sardinas a la plancha y caballas. Demandados los chocos a la plancha y el pescao frito. Se puede comer de tapas y de raciones.