Información práctica
Desde su fundación la Cofradía de la Encarnación de Nuestra Señora se encargó de administrar las rentas, del Hospital de su mismo nombre u Hospital de Pobres Pasajeros, como se denominaría a partir de 1675. Esta institución se mantenía de donaciones y herencias y tenía un mayordomo que se ocupaba de su gestión.
La primera ubicación sería en la parte baja de la Calle Real, que con el tiempo pasaría a llamarse calle del Hospital.
Casa de los Vilches-Santaolalla, calle Posadas
En 1689 las casas que ocupaba el Hospital se encontraban muy deterioradas y así su mayordomo en esa fecha, D. Francisco de Carvajal, ofreció a ceder unas casas en la calle del Pilar, actual calle de las Posadas, a cambio de la condonación de una deuda de 1.162 reales, trasladándose el hospital a esta nueva ubicación.
En 1738 se produce el cambio a su actual localización. En esas fechas D. Juan Antonio de Vilches Santaolalla heredó de su madre, Doña Eufemia de Vilches Carvajal, sobrina del mayordomo Francisco de Carvajal, unos terrenos en la calle del Pilar, que lindaban con el hospital y como necesitaban más espacio para edificar su casa, se ofreció a permutar el solar del hospital por una casa que su esposa Doña Leonor de Salazar había heredado también de Doña Eufemia.
El Antiguo Hospital cambileño es un edificio construido en la segunda mitad del siglo XVIII, en el que se advierte la exuberancia propia del barroco final o estilo rococó, reconociéndose como uno de los ejemplos más barroquizantes de la provincia de Jaén.
Su magnífica portada, estrecha y verticalizada que, a pesar de sus reducidas dimensiones, alienta un vertiginoso movimiento. Se organiza en dos pisos y ático que protege un alero lobulado. En el cuerpo inferior su puerta es adintelada, con pilastras de dibujos geométricos y entablamento con una gran cartela en su centro con el escudo del municipio.
A partir de una cornisa, con dos grandes volutas de cerradas espirales en sus extremos, se levanta estrechándose el segundo cuerpo, enmarcado por oblicuas columnas corintias geométricamente decoradas y un gran hueco para ventana que se cierra con una rejería convexa en contraposición con la fachada que es cóncava, lo que agudiza el dinamismo barroquizante.
Hay fundadas dudas de que la fachada que hoy conocemos como del hospital, pertenezca realmente a este, dada la suntuosidad y el elevado coste que esto supondría para una entidad benéfica de la época, situando el hospital en la casa situada justo al otro lado de la plazuela y siendo la casa, que luce tal fachada, la residencia de Fray Benito Marín, obispo de Jaén de 1750 a 1769 y cuyo blasón aparece en la parte superior de la misma.
Aunque todo sería posible, ya que Fray Benito fundó en Jaén el Hospital de Pobres que albergaría a 600 personas y, aunque las fechas no coinciden, la portada podría ser un añadido a la casa original, motivo de la permuta.
El hospital dejó de ejercer su función a finales del siglo XVIII, con la llegada de las desamortizaciones y el edificio, que pertenecía a la iglesia, salió a subasta por 36.500 reales de los cuales 16.000, pertenecían solo a la fachada.