Es la cueva más importante de cuantas hay en el Tajo del Molino o del Río de la Venta, dentro del térmno municipal de Teba.
Emplazada en la pared izquierda del tajo a unos 30 metros de altura sobre el cauce del río. No muy profundo con una entrada única oval de unos 2 por 1 metros que se abre a una sala espaciosa con diversos entrantes, un sistema subterráneo que albergó refugios de comunidades prehistóricas, pintura rupestres pertenecientes a la edad del Cobre del tipo esquemático ejecutadas en color rojo y con motivos funerarios.
De fácil acceso a pie por un carril recientemente habilitado donde incluso poder aparcar, nos lleva a una boca de entrada en lo alto del farallón rocoso. Actualmente esto lleva a un proceso de recuperación lento después de muchos años de abandono lo que para proteger el yacimiento se han instalado una rejas y la limpieza del interios de las cavidades.
En la actualidad se están haciendo nuevas excavaciones en el marco de un proyecto multidisciplinar liderado por la Universidad de Cádiz junto con el Neanderthal Museum y otras entidades inglesas. Se trabaja en líneas de estudios de las ciencias del Cuaternario: Geomorfología-Estratigrafía, Arqueometría-Cristalografía-Mineralogía, Arqueobotánica (Polen-Antracología-Cuerdas fósiles), fauna marina, fauna terrestre, aves, ADN de la fauna terrestre, Antropología Física, ADN fósil humano, Arqueología prehistórica, funcionalidad de la tecnología lítica, datación del arte, estudios arqueométricos de pigmentos, etc.
La ruta de hoy la haremos por el Tajo del Molino, la Cueva de las Palomas y la Sima de las Palomas, dentro de la localidad de Teba, en Málaga.
Comenzamos el recorrido después de dejar el coche en la zona recreativa. Nos adentramos en el Tajo y vamos parelo al río de las Ventas, a un lado u otro, según nos vaya siendo más cómodo.
Un camino que haremos, en su mayor parte, entre piedras, y en el que podremos disfrutar de toda la belleza que tenemos a nuestro alrededor.
El Tajo del Molino, o Tajo de Torró, según lo conocen en Teba, que se encuentra a poco más de tres kilómetros, es un desfiladero de trazado ligeramente curvo, perfecto en sus formas, que más parece obra de un ingeniero que de la madre naturaleza.
A poco del recorrido nos encontramos con las ruinas de lo que fue, inicialmente, un molino harinero, que da nombre al Tajo; y después fue una venta, lo que le dio el nombre al arroyo que atraviesa el paraje.
Por este molino entraba el agua que al caer sobre su propia maquinaria, movía las turbinas que permitían moler el grano. La presencia de ruedas de molino constata este hecho así como el origen de su nombre.
En el cañón abundan las cuevas y cavidades, como consecuencia de la karstificación producida por las aguas del río de la Venta.
De estas cuevas, destaca la de las Palomas, la que visitaremos, aunque no hasta su interior, ya que se encuentra cerrada para impedir su acceso, aunque desde las rejas podremos ver todo su interior, donde se guardan restos arqueológicos.
El desfiladero se formó durante la emersión de los fondos marinos calizos durante el jurásico. Después la acción del agua y principalmente del Río de la Venta que discurre a través de él, propició el fenómeno de la karstificación con lo que en este paraje abundan las cuevas y cavidades.
Aunque el río suele discurrir contaminado no evita que la flora y fauna existente, sea de gran interés.
Pueden verse grandes rapaces como el buitre leonado, alimoches además de rapaces nocturnas así como murciélagos que habitan en las cuevas. Sobre todo destaca la presencia de las cabras montesas que se acercan al desfiladero en épocas de estío para beber.
Como flora encontramos palmitos, romeros, esparragueras, acebuches, orquídeas...
Una ruta corta aunque bastante interesante. Sin demasiada dificultad, lo único quizás a destacar es que tendremos que ir entre piedras y piedras casi todo el camino, lo que se hace pelín incómodo en ocasiones. A parte de esto, poco más. Un paisaje que te invita a pararte para poder disfrutar de todo su entorno.
Bonita ruta circular por el paraje del Tajo del Molino, desfiladero calizo originado por el arroyo de la Venta. Se parte de la carretera C-341 que une Teba y Campillos y se asciende por el tajo siguiendo el curso del arroyo, el cual hay que cruzar en algún momento para seguir por su orilla derecha según el sentido de nuestra marcha. Se pasa por varias cuevas y por las ruinas de un antiguo molino harinero. Al final del tajo hay que subir hacia lo alto del desfiladero y andar por la cuerda hasta encontrar unas sendas de cabras para bajar hasta la carretera y cerrar el recorrido. Vistas panorámicas excelentes desde lo alto.